
¿Cuánto tiempo más voy a estar deseando que te
vayas? Es algo que me persigue, rebota en mi mente, me frustra y no me deja de
preocupar. Me agarra desprevenida, me absorbe. Se adhiere con furia a mi cabeza…
Llegué a llorar por momentos, horas, días. Y lo
admito, no me canso de hacerlo, porque a pesar de todo me hace sentir mejor,
pero ya es tiempo de que me levante y siga adelante. No hay que temer a lo
malo, es algo de lo que me acabo de dar cuenta. Nosotros mismos podemos acabar
con eso, pero no lo vemos… Es más fácil gritar, es más fácil pedir ayuda, y es
más fácil llorar y caer. Pero no nos damos cuenta de que nosotros mismos y solo
nosotros tenemos el poder de terminar eso.
Destruye lo que te destruye… no nos dejemos caer.