miércoles, 25 de abril de 2012

Don't forget to smile

574689_176046622517638_100003369049179_259529_1157511343_n_large


¿Cuánto tiempo más voy a estar deseando que te vayas? Es algo que me persigue, rebota en mi mente, me frustra y no me deja de preocupar. Me agarra desprevenida, me absorbe. Se adhiere con furia a mi cabeza…
Llegué a llorar por momentos, horas, días. Y lo admito, no me canso de hacerlo, porque a pesar de todo me hace sentir mejor, pero ya es tiempo de que me levante y siga adelante. No hay que temer a lo malo, es algo de lo que me acabo de dar cuenta. Nosotros mismos podemos acabar con eso, pero no lo vemos… Es más fácil gritar, es más fácil pedir ayuda, y es más fácil llorar y caer. Pero no nos damos cuenta de que nosotros mismos y solo nosotros tenemos el poder de terminar eso.
Destruye lo que te destruye… no nos dejemos caer.

lunes, 2 de abril de 2012

No juzgues.



¿Sabes que es doloroso? Que no apruebes nada de lo que hago. Que no te fijes en nada bueno de mí. Que sólo rescates lo malo. ¿Por qué me miras, entonces, tú que sólo ves el defecto en los demás y no en tú mismo? Lo lógico sería pensar que soy una pérdida de tiempo, pero aún así insistes en resaltar cada día cada cosa que hago mal. No juguemos a juzgar, porque sabes que te convertirás en ese niño pequeño que llora por no haber podido ganar el juego. Entonces por una vez en tus tantos años, mírate y contéstame: ¿eres perfecto? Claro que no. Nadie lo es, ¿sabes? No esperes de mí cosas que nunca ocurrirán, porque no soy como quieres que sea, y no tengo por qué pedir disculpas por eso. No pediré disculpas por no ser perfecta.